En 1974 se filmó una de las películas de James Bond en Tailandia. Se trata de El Hombre del Revólver de Oro, protagonizada por Roger Moore como James Bond. Una de las locaciones fue precisamente en una isla cerca de Phuket, la cual es muy particular, ya que en el centro posee una roca escarpada de unos 20 metros de alto. Después de haber salido en la película, la roca se hizo famosa y la isla ahora es conocida como "la isla de James Bond".
El lugar era precioso. El agua tibia y la arena blanca y suave. Además el día estuvo perfecto, despejado y sin hacer un calor agobiante. En el lugar vendían jugos y frutas, así que aprovechamos de comer "la fruta dragón", cuyo verdadero nombre es Pitahaya (pronto subiré las fotos). A la hora acordada, nos vinieron a buscar y regresamos al Silver Hawk.
Ya eran casi las 13:00 al momento de subir al barco, hora del almuerzo y nuestros guías nos tenían preparado un pequeño banquete: distintos tipos de arroz, pollo, pescado, ensaladas, salsas (algunas picantes), fritos de cebolla, sopas, etc. También nos dieron la opción de pedir cerveza o agua de coco. En mi caso, opté por la fruta.
El tiempo a nuestro próximo destino iba a ser de un poco más de una hora, pero se pasó muy rápido, porque en el camino nos entretuvimos viendo los islotes que iban apareciendo en nuestro camino.
De pronto escuchamos que desde el barco alguien hacía un ruido extraño. Era un grito agudo que se repetía cada unos 10 segundos. Después nos fijamos que además de eso arrojaban algo al mar. Nadie sabía qué estaba pasando, hasta que vimos que unas aves se nos acercaban desde todas partes y volaban muy cerca junto a nosotros y ahí entendimos que lo que estaban arrojando al mar era comida, porque las aves intentaban recogerla con sus garras.
Finalmente llegamos a unos islotes que estaban muy cerca los unos de los otros, formando una especie de pasadizo entre ellos. En el lugar nos estaban esperando varios botes inflables con una persona encargada de los remos. Nos fuimos subiendo en parejas, bajando con cuidado desde el Silver Hawk y partimos hacia el pasadizo.
En un comienzo íbamos abriéndonos paso entre los islotes que se veían imponentes desde abajo. El agua estaba calma y no había ruidos en el aire mas que el de los remos de los botes. Luego de unos 10 minutos nos dirigimos hacia un islote con una forma particular, ya que su base tenía una especie de entrada hacia lo que parecía ser una caverna. Y efectivamente, nos seguimos dirigiendo en ese sentido y debimos agacharnos en el bote para poder ingresar a dicha caverna.
En algunos sectores estaba absolutamente oscuro y las únicas luces eran los destellos de los flashes de los turistas. Al salir nos dirigimos a una nueva caverna, esta no tan estrecha como la anterior y tampoco tan oscura, porque se podía ver la salida al otro extremo. Luego entramos a un islote que parecía hueco por dentro causando la sensación de estar en una laguna dentro de un volcán. Fue muy entretenido.
Posteriormente tomamos un bote de velocidad y nos dirigimos a la isla Panyi, donde se construyó una villa flotante en la cual todos los habitantes son musulmanes. Ellos solían vivir sólo de la pesca, pero ahora también lo hacen de las artesanías que venden a los turistas.
Koh Tapu |
Una vez terminado el tiempo en la villa, partimos finalmente a la famosa isla de James Bond, que en realidad son 2 islas: Koh Tapu es el islote con la particular forma y Koh Ping Gan es la isla que rodea a Koh Tapu (Koh: isla, Tapu: clavo). En la isla nos dieron 30 minutos para recorrer. Es bastante pequeña y el tiempo fue más que suficiente para ir a todos los miradores y sacar hartas fotos. Debo decir que definitivamente tendré que ver la película de nuevo, porque no me acordaba de esto para nada.
Pasados los 30 minutos nos devolvimos todos al barco y partimos rumbo a Phuket. El trayecto fue de unos 90 minutos, llegando a las 19:15. Ahí nos estaba esperando una van que nos vino a dejar de vuelta al gimnasio.
Pasados los 30 minutos nos devolvimos todos al barco y partimos rumbo a Phuket. El trayecto fue de unos 90 minutos, llegando a las 19:15. Ahí nos estaba esperando una van que nos vino a dejar de vuelta al gimnasio.
La salida estuvo súper entretenida y vuelvo con las pilas cargadas para una nueva semana de entrenamiento.